Santander es una ciudad donde el mar, la historia y la gastronomía se entrelazan de una forma única. Situada en la costa norte de España, esta capital cántabra es un destino que enamora a los viajeros con su espectacular bahía, sus playas doradas y su aire sofisticado, pero también con su rica oferta culinaria.
La cocina de Santander refleja la identidad de la región de Cantabria, que se nutre tanto de los productos del mar Cantábrico como de las carnes, quesos y vegetales de las montañas del interior. A esto se suman las influencias de la gastronomía mediterránea, que aportan frescura y un toque de creatividad a los platos tradicionales. Desde restaurantes con estrellas Michelin hasta tabernas con siglos de historia, cada rincón gastronómico de la ciudad esconde una experiencia inolvidable.
Este recorrido lleva a descubrir algunas de las mejores opciones para disfrutar de la comida en Santander. Cada restaurante seleccionado tiene su propio carácter, pero todos comparten un mismo amor por el producto de calidad y la tradición gastronómica.
1. El Serbal: Alta cocina en un entorno exclusivo
Dirección: Calle Andrés del Río, 7, 39004 Santander
Platos recomendados: Cocido montañés, pulpo a la brasa, postres creativos
Reserva en: The Fork (ElTenedor)
Cuando se habla de gastronomía de alta categoría en Santander, El Serbal es una referencia obligada. Este restaurante, galardonado con una estrella Michelin, se especializa en reinterpretar la cocina cántabra con un enfoque moderno y sofisticado.
El menú de El Serbal cambia con las estaciones, reflejando la frescura y calidad de los productos locales. Uno de los platos más emblemáticos es el cocido montañés, una receta tradicional de Cantabria que aquí se elabora con un refinamiento especial. A diferencia del cocido madrileño, esta versión se prepara con alubias blancas en lugar de garbanzos y se enriquece con carne de cerdo y embutidos locales.
Otro plato que destaca es el pulpo a la brasa, cocinado con maestría para lograr una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. La combinación con un puré de patata suave y una emulsión de pimentón crea una armonía de sabores inolvidable.
Los postres en El Serbal también son una experiencia en sí misma. Desde reinterpretaciones de clásicos españoles hasta creaciones completamente innovadoras, cada bocado es una sorpresa. El ambiente elegante y el servicio impecable completan la experiencia, haciendo de este restaurante una opción ideal para una cena especial.

2. La Bombi: El templo de los mariscos frescos
Dirección: Calle Casimiro Sainz, 15, 39004 Santander
Platos recomendados: Mariscada, bacalao asado, centollo
Reserva en: TripAdvisor
Para quienes buscan disfrutar de los mariscos más frescos de Santander, La Bombi es una de las mejores opciones. Esta emblemática marisquería es conocida por la calidad de sus productos y por su ambiente animado y acogedor.
La mariscada es una de las opciones más populares del menú. Se trata de una generosa bandeja que incluye gambas, langostinos, percebes, ostras y nécoras, todos servidos en su punto justo de cocción y con un toque de sal marina para realzar su sabor natural.
Otra especialidad es el bacalao asado, un plato que refleja la maestría de la cocina tradicional cántabra. El pescado se cocina a la parrilla con un aliño de aceite de oliva, ajo y pimientos del piquillo, logrando un equilibrio perfecto entre sabor y textura.
El centollo, por su parte, es una delicia para los amantes de los mariscos. Se sirve entero, con su carne jugosa y su característico sabor dulce, acompañado de una salsa ligera para resaltar sus matices.
El ambiente de La Bombi es informal y acogedor, con un personal atento que se encarga de que cada comensal disfrute de una experiencia inolvidable.
3. Cañadío: La tradición reinventada en cada plato
Dirección: Calle Gómez Oreña, 15, 39003 Santander
Platos recomendados: Rabo de toro, foie con manzana, tabla de pintxos
Reserva en: The Fork (ElTenedor)
Con más de tres décadas de historia, Cañadío es un restaurante que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Aquí, la cocina tradicional se fusiona con toques modernos para ofrecer platos con una identidad única.
Uno de los platos más representativos es el rabo de toro, cocinado lentamente hasta alcanzar una textura melosa y servido con una salsa intensa y aromática. La combinación de sabores es espectacular y demuestra el cuidado con el que se elaboran las recetas en Cañadío.

El foie con manzana es otra exquisitez del menú. La untuosidad del foie gras se equilibra con la acidez de la manzana caramelizada, creando un contraste de sabores que sorprende al paladar.
Además del menú principal, Cañadío es famoso por su barra de pintxos. Desde tortillas jugosas hasta bocados elaborados con mariscos y embutidos, la variedad de opciones es impresionante.
El restaurante combina una decoración clásica con un ambiente vibrante, lo que lo convierte en una excelente opción tanto para una cena formal como para una comida más desenfadada en la barra.
4. Restaurante El Machi: Un rincón marinero con esencia mediterránea
Dirección: Calle Calderón de la Barca, 9, 39002 Santander
Platos recomendados: Paella de mariscos, gambas al ajillo, lubina a la plancha
Reserva en: Restorando
El Machi es una taberna marinera con más de un siglo de historia, donde los sabores del Cantábrico se combinan con influencias mediterráneas para crear platos llenos de sabor y frescura.
El plato estrella es la paella de mariscos, preparada con arroz de primera calidad y un caldo que concentra la esencia del mar. Gambas, mejillones, calamares y bogavante se combinan en este plato tradicional, que se sirve en su punto exacto de cocción.
Las gambas al ajillo son otro imprescindible del menú. Servidas en una cazuela de barro caliente, desprenden un aroma irresistible a ajo y guindilla, y su sabor es tan intenso como delicioso.
Para quienes prefieren un plato más ligero, la lubina a la plancha es una excelente opción. Se cocina con aceite de oliva y se acompaña de una ensalada fresca y patatas asadas, resaltando la calidad del producto sin necesidad de artificios.
El Machi es un restaurante con alma, donde cada plato cuenta una historia y cada comida se convierte en un momento especial.
La gastronomía de Santander es un reflejo de su identidad: auténtica, variada y con una fuerte conexión con el mar y la montaña. Desde restaurantes sofisticados hasta tabernas centenarias, cada rincón de la ciudad ofrece una experiencia culinaria única que vale la pena descubrir.