En mi reciente visita a Logroño, la capital de La Rioja, me encontré rodeado de una ciudad vibrante, con una gran oferta cultural y, por supuesto, una gastronomía que no deja indiferente a nadie. Logroño es un destino que enamora a los viajeros no solo por su historia o arquitectura, sino por su increíble variedad de platos que reflejan la esencia de La Rioja: productos frescos, sabores intensos y una tradición culinaria que se transmite de generación en generación.
Durante mis días en Logroño, decidí adentrarme en el corazón de su cocina local y descubrir qué es lo que hace que esta ciudad sea famosa por sus sabores únicos. Si eres amante de la buena comida, tienes que tener en cuenta ciertos platos y bebidas que marcan la diferencia. Aquí te cuento sobre los imprescindibles que no te puedes perder.
1. La ruta de los pinchos: La gastronomía en miniatura
Una de las experiencias más características de Logroño es la famosa ruta de los pinchos. Al caminar por las estrechas calles del Casco Antiguo, especialmente por la calle del Laurel, es fácil encontrar una gran variedad de bares y restaurantes que ofrecen pinchos de todo tipo. Estos bocados pequeños, pero llenos de sabor, se han convertido en una de las principales atracciones de la ciudad.
Recuerdo claramente el primer pincho que probé en Logroño, un «pincho de champiñón con jamón». La combinación de la jugosidad de los champiñones con la salinidad del jamón ibérico es algo que no había experimentado antes. A medida que recorría la calle, me sorprendió la variedad de opciones: desde combinaciones tradicionales hasta otras más innovadoras. Los pinchos son una excelente forma de probar varios sabores sin tener que comprometerte con un solo plato. La oferta es infinita, pero aquí te dejo algunos de los más destacados que no puedes dejar de probar:
- Pincho de tortilla de patata: Aunque es común en toda España, en Logroño le dan un toque especial, con una tortilla jugosa y perfectamente cuajada.
- Pincho de solomillo con pimientos: La carne, tierna y jugosa, acompañada de un par de tiras de pimientos asados, es un clásico que nunca decepciona.
- Bacalao a la riojana: Este pincho es una pequeña porción del famoso guiso de bacalao, muy representativo de la región.
Uno de los grandes secretos de la ruta de los pinchos es que la experiencia va más allá de la comida: es una auténtica fiesta para los sentidos. La atmósfera de la calle, el bullicio de los locales y turistas, la interacción con los camareros, todo contribuye a que cada bocado sea una parte inolvidable de tu experiencia en Logroño.
2. El vino de La Rioja: Una experiencia sensorial

En Logroño, el vino es mucho más que una bebida; es un elemento fundamental de la cultura local. La región de La Rioja es conocida mundialmente por sus bodegas y la producción de vinos de alta calidad. Durante mi visita, decidí dedicar una tarde a explorar una de las muchas bodegas de la zona. Opté por una bodega en las afueras de la ciudad, donde pude conocer todo el proceso de producción y, por supuesto, degustar algunos de los mejores vinos de la región.
Uno de los momentos más destacados fue probar un vino tinto de Rioja Reserva, un vino que había estado envejeciendo en barricas de roble durante varios años. Su sabor, profundo y complejo, con toques de frutos rojos, madera y especias, me transportó inmediatamente a las viñas que rodean la bodega. En Logroño, el vino se disfruta en todas partes, desde las bodegas hasta los bares de tapas, y es la bebida perfecta para acompañar cualquier comida.
- Vino tinto Rioja: Un must en cualquier visita a la ciudad. La variedad Tempranillo es la más destacada, pero no te olvides de probar también el Garnacha o el Graciano.
- Vino blanco Rioja: Aunque la región es famosa por sus tintos, los blancos también merecen una mención especial. Frescos, aromáticos y perfectos para acompañar platos más ligeros.
Los bares de la ciudad ofrecen una amplia selección de vinos de la región, y muchos de ellos tienen promociones de «vino + pincho», lo que lo convierte en una opción perfecta para quienes buscan disfrutar de una experiencia completa de tapas y vino.
3. Platos tradicionales: La esencia de La Rioja en cada bocado
Más allá de los pinchos, Logroño también es hogar de platos más elaborados que reflejan la esencia de la cocina riojana. Algunos de estos platos son parte fundamental de la gastronomía española, pero con un toque único que solo se encuentra en esta región.
Uno de los primeros platos tradicionales que probé fue el cordero a la riojana, un guiso que combina carne de cordero, verduras y una salsa especiada que se cocina lentamente hasta obtener una textura jugosa y sabrosa. Cada bocado era tierno y lleno de sabor, con el toque sutil de los ingredientes locales.
Otro plato que no puedes perderte es el bacalao a la riojana, un guiso tradicional de pescado que tiene su origen en los pescadores del norte, pero que ha sido adaptado a la cocina riojana. En Logroño, el bacalao se prepara con pimientos, cebolla, tomate y un toque de aceite de oliva, creando una salsa espesa y deliciosa que acompaña perfectamente al pescado.
La menestra de verduras es otro plato que me llamó la atención. Se trata de una mezcla de verduras frescas, como alcachofas, espárragos y guisantes, cocinadas a fuego lento con un toque de jamón y un poco de aceite de oliva. La frescura de las verduras es lo que realmente destaca en este plato, que se sirve como acompañamiento o incluso como plato principal en una comida ligera.
- Ensalada de pimientos del piquillo: Los pimientos del piquillo, tan característicos de la zona, se sirven asados y acompañados de aceite de oliva virgen extra. Su sabor dulce y ligeramente ahumado es simplemente irresistible.
4. La importancia de las reservas: Plataformas que facilitan tu experiencia
En Logroño, debido a la popularidad de ciertos restaurantes y bares, es recomendable hacer reservas con anticipación, especialmente si planeas visitar durante el fin de semana o en temporada alta. Para facilitar la planificación de mis comidas, recurrí a varias plataformas online donde pude consultar opiniones y hacer reservas cómodamente desde mi móvil.

Plataformas como ElTenedor y Restaurantes.com me ayudaron a encontrar restaurantes con buenas críticas, que se especializan en la cocina riojana. Además, muchas veces ofrecen promociones exclusivas, como descuentos en el menú o una copa de vino de cortesía, lo que me permitió disfrutar de una excelente relación calidad-precio.
En algunos casos, también usé plataformas locales como La Rioja Reserva o Vino de Rioja para descubrir nuevas bodegas y viñedos donde no solo probé vinos, sino que también pude disfrutar de un almuerzo o cena maridada con los mejores productos locales.
5. La dulzura de Logroño: Los postres y el café
Aunque la comida salada es la estrella en Logroño, no puedes dejar de probar los postres tradicionales de la región. Uno de los más populares es la cuajada, un postre lácteo que se prepara con leche de oveja y cuajo, que tiene una textura suave y un sabor delicado. Se sirve normalmente acompañado de miel o azúcar, lo que le da un toque dulce sin resultar empalagoso.
Otro postre característico es el tarta de manzana riojana, que combina la fruta local con una masa crujiente y un toque de canela. Ideal para acompañar con un café por la tarde o con un vino dulce al final de la comida.
6. Mi experiencia final: El sabor de Logroño en cada rincón
Mis días en Logroño fueron una constante sorpresa para mi paladar. Cada comida, cada plato, cada bocado fue una pequeña revelación de los sabores auténticos que caracterizan a esta región de España. Desde los pinchos de la calle del Laurel hasta los platos más elaborados en los restaurantes locales, la ciudad me ofreció una visión clara de cómo la tradición y la innovación pueden fusionarse de manera perfecta en la gastronomía.
No es necesario ser un experto en cocina para disfrutar de Logroño, pero lo que es seguro es que, si eres un amante de la comida, esta ciudad será un festín para todos tus sentidos.